En el artículo anterior publicado en la sección de Coaching y Liderazgo, Poder no se escribe con "J", tuve el honor de compartir algunas reflexiones relacionadas fundamentalmente con la capacidad de un líder de decidir ejercer su verdadero liderazgo bajo parámetros de integridad, voluntad de servicio y orientación a estimular el crecimiento de cada uno de los integrantes de un colectivo que comparten un objetivo en común, entre otros interesantes aspectos; ahora bien, ¿cual es entonces el papel de cada una de las personas que de una manera u otra formamos parte ese colectivo?, planteado desde otra perspectiva, ¿pertenece al líder toda la responsabilidad o somos nosotros, los miembros de ese colectivo, de esa organización, grupo social o familiar quienes a la final tenemos la decisión de actuar como subalternos, seguidores o colaboradores del liderazgo que se plantea, y desde aquí, desarrollar y ejercer nuestra libertad de elegir nuestra posición, nuestro papel y, más importante aún, nuestro nivel de desarrollo y crecimiento personal?
Lo que hoy deseo compartir contigo es la certeza de que somos dueños de un inmenso poder personal, de talentos y dones de incalculable potencial, y que el descubrimiento y desarrollo de este potencial esta directamente ligado no sólo con nuestra capacidad de plantearnos grandes metas y comprometernos con el logro de estas, sino también con nuestra disposición a entender y aceptar que no estamos solos, que los sueños individuales generalmente no dejarán de ser sueños, y que por el contrario, cuando transmitimos nuestra visión o nos sintonizamos con la visión de otras personas que van en nuestra misma dirección es cuando encontramos la energía, la motivación y el entusiasmo que hará que todo cuanto nos propongamos lo hagamos realidad.
En este punto, la pregunta obligada es ¿Qué es o cómo identificar ese poder?, existen muchas reflexiones al respecto, pero para efectos de lo que aquí deseo compartir considero que el verdadero poder viene de nuestra capacidad de elegir convertirnos realmente en el resultado de nuestras acciones y nuestros pensamientos, de nuestras actitudes y nuestras decisiones, porque nuestra capacidad de elegir es nuestro mayor tesoro, y si elegimos ser coherentes con nuestros pensamientos, acciones, actitudes y decisiones, y estas las basamos en la honestidad, el amor, la fe, la esperanza y los mas nobles sentimientos de prosperidad, coraje, determinación y entrega, estaremos desarrollando nuestro inmenso poder personal, sin importar en que nivel o posición nos encontremos actualmente, pero ahora sí con la plena certeza y seguridad, de que nos convertiremos en aquello que hemos decidido ser.
Vivamos nuestro derecho a desarrollarnos, a crecer y ser cada vez más, mejores y más capaces personas, teniendo siempre en cuenta que para ello no debemos descuidar lo siguiente:
• El Amor y La Humildad: El Amor es el mayor poder que tenemos, el verdadero amor es Acción, Coherencia y Audacia, pero solo los valientes saben amar, los cobardes desde su miedo son incapaces de hacerlo, el amor nos lleva a la entrega, al logro de nuestros ideales y a la posibilidad de combinar en acción conjunta con otras personas nuestras virtudes y talentos, logrando así el éxito y el bienestar individual y colectivo; la humildad y el amor van de la mano, la humildad nos despoja de la inútil vanidad, y nos permite reconocer que no somos infalibles ni tenemos todas las ideas ni soluciones, y a reconocer y aprender a cultivar por tanto los talentos y virtudes de las personas que nos rodean, y comparten con nosotros el camino.
• La Fe, La Responsabilidad y La Entrega: Cuando no estamos conformes con nuestro entorno, con nuestras labores o lo que recibimos a cambio de nuestro trabajo, por ejemplo, perdemos tristemente nuestro tiempo al no ser capaces de asumir nuestra propia responsabilidad, cada vez que señalamos a otro entregando la responsabilidad de la situación que detestamos, colocamos la semilla de nuestro crecimiento en el suelo mas infértil del universo... nunca de esta manera obtendremos resultados, y lo que es peor, cerramos la puerta a nuestro desarrollo, pues nos declaramos incapaces de aprender. Tres maravillosos elementos debemos aceptar, la responsabilidad, a partir de ahora, jámas te sientas "Culpable" acéptate "Responsable" de lo que ocurre en tu vida y toma así las riendas de esta, y aceptando tu responsabilidad aprende a entregar, ¿no estas conforme con lo que obtienes? entrega más de lo que te piden, y seguramente obtendrás más de lo que mereces... Pero hazlo con fe, solo así no sucumbirás a la trampa de creer que tu acto de entrega no generará resultados, y seguiras adelante, brillando, creciendo; dirige tus actos al Universo, de el siempre recibiras recompensa. Un ejemplo que no puedo dejar pasar; en nuestra relación con Nuestro Creador es donde quizá manifestamos nuestro mayor error en estos aspectos, pues la mayoría de las personas tendemos a buscar su compañía a través de la oración solo cuando necesitamos, cuando pedimos... jámas para ofrecerle (una sonrisa, un rato de silencio como compañía), pero esto no es lo peor, pues en su infinita sabiduría y comprensión de la naturaleza humana El busca en nuestros corazones el tamaño de nuestra Fe para complacer nuestra plegaria, pero casi nunca la encuentra, porque pedimos desde el miedo, desde la duda, y no desde la entrega de nuestra Fe en que lo que pidamos se nos dará, y esto es una promesa Divina.
Asumamos la responsabilidad de nuestros actos con fe y disposición de entrega, y todo reto en nuestro camino, lo comenzaremos a ver como una gran oportunidad de aprendizaje, y agradeceremos por ello.
• El Coraje y el Propósito de Cambiar: Nunca en nuestras vidas pensemos que es demasiado pronto, o demasiado tarde para asumir los cambios que exige la búsqueda de nuestro desarrollo y la realización de nuestros sueños, si nada arriesgamos nada obtendremos, y no te hablo necesariamente de grandes cambios bruscos y/o traumáticos, seamos como el timón de un gran trasatlántico, pequeño en escala con la inmensa mole a la cual orienta, pero que en sus mínimos movimientos con determinación y propósitos definidos, dirigen al gran barco a los destinos que se haya fijado. Adoptemos el coraje y la determinación de actual, en cada uno de nosotros esta el definir cuales son esos pequeños cambios que cual timón de nuestras vidas podrían ayudarnos a cambiar nuestra dirección, a movernos hacia el logro nuestros sueños, un cambio de pensamiento, una lectura, tomar notas... Desarrollemos el hábito de actual, hagámonos cargo de nuestro destino.
Replanteo para finalizar, la pregunta que dio inicio al desarrollo de este artículo ¿Cual es tu papel en el logro de los objetivos del grupo social u organización al cual perteneces, o mejor, cual es tu papel en la creación de tu propio destino?
Sigamos pensando como esto que somos, y nunca dejaremos de ser lo que somos aunque no estemos conformes con ello... Comencemos a pensar como esa persona que deseamos llegar a ser, e inevitablemente nos convertiremos en eso que queremos ser por mas díficil que parezca.
¡Exitos y Bendiciones!
Lectura recomendada: Los Siete Poderes, Autor: Alex Rovira Celma
Nuestro proposito es servirles a los demás y si necesitan de nuestra ayuda; ayudarles.
ResponderEliminarNuestro proposito es ser felices aunque estemos solos; sólo necesitamos la compañia de Nuestro CREADOR para ser plenamente felices.
y hablando más de cerca de tu articulo es que poseemos todo lo que necesitamos para ser unos triunfadores en cualquier campo de la vida. Somos el líder de nuestra vida y el único lider; nadie más.
y únicamente seremos felices si sabemos a donde queremos llegar, haciendo lo que nos gusta hacer y estando EN DIOS Y CON DIOS.
Dios te bendice.
Atte: AristidesEchauri.Com