EL BAILE DEL ÉXITO, ¡AL RITMO DE LAS RELACIONES!

“Finalmente todo se conecta: personas, ideas, objetos. La calidad de las conexiones es la clave para la calidad en sí.
Charles Eames

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Las relaciones, un baile en el que todos participamos a lo largo de nuestras vidas, queriéndolo o no. Un baile en el que llevar el ritmo es tan importante como aprender a “marcar” el paso, para que nos sigan los demás.

En estos momentos reflexiono… Miro al cielo a través de mi ventana y me pregunto “amigo Nelson, ¿puedes acaso hacer una evaluación de la calidad de tus relaciones a lo largo de tu vida?” No se trata de un análisis detallado por supuesto, pero mientras me hago esta pregunta detalles específicos que ante esta pregunta adquieren nuevo significado llegan a mis pensamientos, dirán ustedes, “a ver, coméntanos algunos” y yo con gusto les contesto: Nada tan original, como para que tu mí querida amiga, mí estimado amigo, no lo piensen al igual que yo… Mi relación con mis padres, con mis hermanos, con mis parejas (una a una en su respectivo tiempo y con su propio valor por supuesto), mis relaciones con mis hijos, con las personas cercanas en el trabajo y en los negocios, y ahora, muy particularmente, mis relaciones a través de este nuevo sistema de comunicaciones como lo es Internet; y en cada uno de estos casos, y en muchos otros que se me escapan de momento, reflexionar:

¿Cómo ha sido la calidad de mis relaciones con estas personas, o esta en particular?
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¿He podido dar y obtener mas? ¿Las he disfrutado lo suficiente?

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¿He disfrutado las risas que me obsequian? ¿Los he hecho sonreír?

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De los errores cometidos ¿He aprendido? ¿Me ha ayudado a mejorar? ¿Estoy a tiempo de enmendarlos?

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Y sobre todo ¿Qué detalle no he entregado, qué palabras no he dicho, que si mañana yo o esa persona no esta, lamentaría profundamente no haberlo hecho?

En esta entrada no planteo formulas, más bien preguntas, contestarme esas preguntas, y esperar que las respuestas me ayuden a felicitarme por los aciertos, y a identificar los errores, será la ganancia que este escrito me deje, y que espero a alguno de ustedes también; pues... ¿saben algo maravilloso de nuestras vidas? Que son tantas nuestras fallas, nuestras debilidades y errores, que tenemos infinidad de oportunidades de aprender a corregirnos día con día, y de esta manera, cada día ser un poco mejores, y disfrutar de ese proceso.

Y mejorar nuestra manera de relacionarnos con las personas que de forma permanente o pasajera, comparten con nosotros el tren de la vida, es uno de los secretos mejor guardados, y al mismo tiempo mayormente gritado a viva voz, para alcanzar en nuestras vidas el éxito en todo aquello que deseemos emprender, incluido, en el amor. Pues existe una tipo de relación que no podemos dejar a una lado, ya que esta íntimamente ligada a la relación con nosotros mismos... Y es nuestra relación con Dios, con el Padre Creador, con Nuestro Señor, no importa como lo llamemos, es mas, ni siquiera importa si lo aceptamos o no, porque si hay amor en nuestros corazones El estará presente, como amigo, como padre, como cómplice y protector, como guía y consejero, que desde nuestros corazones nos dirá: “No importa lo que los demás piensen, entiéndelo tu… La vida es bella, vive tu vida con amor, aprende a perdonar y acepta el perdón, te fe, y todo cuanto pidas, si no dudas en tu corazón, te aseguro que se te dará. Obtendrás lo que deseas".

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No estamos solos, y tenemos en nuestro poder el lograr que la suma de tus actitudes con las mias, la de las tuyas con los demás, con la gente que nos aprecia, que nos quiere, nos valora, sea en todo momento ¡Mucho más que dos!!!

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Y con la sigueinte versión de este hermoso poema hecho canción que a todas y todos les dedico, y muy especialmente a tí mujer que tantos detalles hermosos me has entregado, me despido y una vez mas les manifiesto:

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¡Muchas Gracias! Éxitos y muchas bendiciones, ¡Piensa en Grande!, Vale la Pena.

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