EL FENÓMENO DE LOS 160 CARACTERES

Saludos a todos, lo que estoy por compartir con ustedes es una experiencia realmente seria y preocupante que tuve que enfrentar hace algo mas de un mes y que hoy, ya superado en parte el fuerte impacto que me ocasiono, considero que su divulgación a través de este medio puede ser un interesante aporte, un llamado a la reflexión sobre un tema que debe ser abordado con absoluta seriedad y pensamiento objetivo, les cuento:

Todo comenzó pocos minutos después de las 12 de la noche del 31 de diciembre pasado, al finalizar el viejo año 2008, momento que debió ser de alegría se convierte para mi en preocupación cuando insistentemente comienzo a recibir mensajes de mis amistades, todos más o menos en la siguiente tendencia: “Que tengas un feliz ano Nelson”, “Que durante el 2009 el ano te traiga prosperidad, alegrías y felicidad”…. ¿Qué estaba ocurriendo? ¿En que momento mi ano paso a ser el protagonista de los buenos deseos de mis amigos y amigas? ¿Qué les había hecho pensar que mi felicidad y mi prosperidad dependian de él? ¿Me estaban sugiriendo que me prostituyera acaso? Pero esto no fue todo, algunos otros fueron un poco mas lejos al escribirme: “Que sigas teniendo un feliz ano Nelson...” ¿Qué es esto? ¿Qué horrible noticia estaba siendo divulgada en relación a mi persona? ¿Por qué me catalogan como "ano alegre"?

Se que muchos de ustedes se identifican conmigo, entienden mi preocupación, pero la “guinda del pastel” la puso una de mis antiguas “Ex” cuando ya el primer día de enero en la tarde me escribe y me dice: “Nelson felicidades, no había podido darte mi ano nuevo…” ¿CÓMO? ¿Se lo reconstruyo????? ¿Y por qué ahora, si por mas que insistí antes nunca me lo dio?

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¿Qué extraño fenómeno se estaba manifestando?

Después lo entendí, y lo denomine “El Fenómeno de los 160 caracteres”

Los mensajes a través del celular. No es que este en desacuerdo con los adelantos y las facilidades que nos ofrece la tecnología en sus diferentes manifestaciones, y es indiscutible la enorme importancia que los mensajes de texto han adquirido como el sistema por excelencia para interactuar y mantenernos en contacto de una manera fácil, rápida, practica, económica y absolutamente accesible para la gran mayoría de las personas. Pero, ¿no deberíamos tener un poco más de cuidado con la manera en que los utilizamos? ¿Se justifica que progresivamente estemos dejando a un lado pequeños valores como la buena ortografía, el adecuado uso de las palabras o incluso la adecuada expresión de nuestras ideas, de nuestra caballerosidad (o la sutileza y picardía femenina en el caso de las damas), nuestra educación y buenos modales.

Y es que estos 160 caracteres pueden ser tanto un medio para pervertir el lenguaje, como una excelente herramienta para desarrollar nuestra creatividad y transmitir la fuerza y el encanto de nuestras personalidades, si se utiliza adecuadamente, y créame, vale la pena el esfuerzo.

Pero veamos algunos ejemplos de lo que digo:

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Mensaje de texto de la mujer al hombre:
“lo rconsko, la pac de ping.. anoche pero xmpre lleg con un arre… dolor de kbeza, eres trmendo tipo”.

Ante esto, no hay duda del estilo de la respuesta del hombre:
“tu = eres de ping… la pac cartel. te duele xq eres arre.. pa bb caña nojod…,”
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Otra forma de expresar las mismas ideas seria:
“Sabes cariño, la pase muy bien a tu lado, te agradezco esa noche pues me diverti mucho aunque termine con un fuerte dolor de cabeza : ) muchas gracias cielo”

Ante esto, la respuesta del hombre podría ser:
“Por favor, el placer y el honor fue todo mio, no imaginas cuanto agradezco esos momentos, espero podamos repetirlo, cuidaremos mejor de la bebida mi princesa ;)”

Ambas respuestas dentro de los 160 caracteres, cual nos daría mejor señal del inicio de una agradable relación, del tipo que esta sea.
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¿Qué esto es relativo? lo se, ¿Qué no es una verdad absoluta?, no pretendo que lo sea, pero he visto a diario muchísimas personas, jóvenes estudiantes, cantidad de universitarios en distintos niveles, profesionales a montón, utilizando de manera absolutamente descuidada su manera de expresarse a través de sus 160 caracteres, entiendo que muchos pensaran que quienes así hablan es porque así son en su vida diaria, y aquí esta lo verdaderamente peligroso del tema, de acuerdo siempre a mi humilde punto de vista, y es lo siguiente:

Cuando justificamos nuestras actitudes, por pequeñas que puedan parecer sus niveles de influencia sobre nosotros, cerramos la puerta a una adecuada toma de conciencia y por tanto a la búsqueda de adecuadas acciones correctivas, en el caso que planteo he visto como el proceso puedes ser inverso a lo que la mayoría de la gente pudiese afirmar, o sea, quien escribe es porque así habla, lo cual no necesariamente es así, observemoslo, sobre todo, en nuestros jóvenes, quienes al adoptar este estilo “jeroglífico” y cómodamente obsceno (es mas fácil decir “de pinga” a decir “lo pase muy bien a tu lado”) dan inicio a un proceso de preocupante pereza mental que lógicamente se refleja luego en nuestra escritura y hasta en nuestra forma de hablar, e incluso, en algunos casos, de actuar.

Ojo con esto, no soy ni pretendo presentarme como un experto en el tema, solo soy un hombre que esta convencido de la necesidad de trabajar en nosotros mismos, en el desarrollo de nuestras pequeñas y grandes virtudes, en el descubrimiento de nuestros talentos y dones, para fortalecer de esta manera nuestro adecuado crecimiento, la recuperación de tantos valores que se están perdiendo, o algunos que incluso ya son especie en extinción, ser mejores ejemplos para nuestros hijos, orgullos para nuestros padres o seres queridos, reencontrarnos con nuestra grandeza, y darle al mundo la posibilidad de una sociedad mejor.

Como joven que eres te digo: disfruta tu vida, vive con la intensidad que todos a esa edad sentimos que podemos experimentar, es allí donde se construye el carácter, la fuerza y la sabiduría que necesitaras en el futuro, pero no pierdas de vista la responsabilidad de tus actos, la necesidad de adquirir y respetar valores, y esto se inicia en los pequeños detalles, ¿has experimentado la enorme satisfacción que un halago por alguna palabras dicha apropiadamente para solicitar algo, dar un saludo, elogiar una actitud, agradecer, o incluso seducir a esa persona que te interesa te podría otorgar? Créeme, vale la pena intentarlo.

A ti que al igual que yo eres padre, te invito a reflexionar, ¿estamos dando un adecuado ejemplo? ¿Cuidamos ante nuestros hijos nuestra forma de escribir o de expresarnos? ¿Cómo utilizamos esos 160 caracteres en nuestra comunicación con ellos? Esos 160 caracteres que se han convertido en una de sus principales referencias de interactividad y comunicación y que si usamos con habilidad y cariño pueden permitirnos interactuar mas fácilmente en un mundo en el cual ellos se están sintiendo mas a gusto actualmente.
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Insisto, muchos valores se están desplomando, y tenemos la tendencia a ser generosos en criticas y en desplazar las responsabilidades a agentes externos, al gobierno, a las autoridades, a los docentes, a “esas malas juntas”, pero… ¿y nosotros? ¿Qué estamos aportando nosotros? ¿Estamos enseñando con nuestro ejemplo a nuestros niños a tener buenos modales? ¿A nuestros hombrecitos a que sean caballeros? ¿A que cuiden los pequeños detalles? Por supuesto que el tema es más profundo, mucho más que limitarnos a los mensajes de texto o la buena ortografía, pero en mi ingenua opinión, cuanto valor tendría incentivar nuestra creatividad, nuestro valor personal a partir de esos pequeños detalles y transmitir esto a nuestros jovenes, no podemos olvidar que no existe factor mas influyente y determinante para el desarrollo y crecimiento de todas las especies, y con mucho mayor importancia en los seres humanos, que nuestra capacidad para comunicarnos efectivamente.

En cada uno de nosotros esta la posibilidad de iniciar el proceso, y cuando digo “Nosotros” lo digo enfáticamente, porque debo asumir el compromiso de cuidar como es debido mi ortografía y el adecuado uso de las palabras, y seguramente mas de una de las féminas que me siguen estarán ahora pendientes, cuidando lo que por allí dejo escrito, y pobre de mi si me equivoco. Podría, por ejemplo, llegar alguna diciéndome: “Eres un falso Nelson, escribiste Corazón en otro comentario con “S” de Sexo, todos son iguales, solo piensan en eso…" ante esto, ¿Qué argumento podría yo utilizar? Me serviría acaso afirmar que la “S” utilizada no fue la de Sexo, sino la de Solidaridad? ; )

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¡MUCHAS GRACIAS POR TU VISITA, ÉXITOS Y BENDICIONES!

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